Estos son parte de una serie de poemas fotografiados, hechos mediante un juego de palabras imantadas que vienen dentro de una caja metálica. Los versos fueron compuestos en la ciudad de Boston en el verano del 2011. Es un juego muy divertido (para intelectuales). Las fotos las tomé porque al sacar todas las palabras de la caja se hace un verdadero desorden y al final hay que regresarlas a su caja. Los poemas son efímeros.
Como fotografías no valen nada, su valor es conceptual y reflejan una actitud lúdica frente al arte.