Esta serie realizada principalmente en París y sus alrededores pretende acercar al espectador a aquellos ambientes elegantes, serenos, armoniosos. Mi padre hizo un poema que comienza diciendo «Se pone cada quien en lo que ama». Para mi estos ambientes de las grandes casas o de los palacios de los siglos XVIII y XIX me conectan con una época de gran señorío ya pasada. Mi enfoque no es tanto en los espacios sino en la atmósfera melancólica que crean los objetos y mi gusto es presentar estas imágenes deslavadas intencionalmente persiguiendo su lado poético. Es como asomarnos un mundo ya ido, un mundo cada día más lejano. Desde la segunda mitad del siglo XX el hombre ha ido cambiado la elegancia por el confort, por la comodidad. Y es por ello que estos ambientes solo existen ya en museos. En las ciudades crecen los edificios de apartamentos y desaparecen las vilas o los Manoir. Las casas son de muros de block de cemento con techos bajos en vez de piedra con techos altos. Los muebles cada día más simples como tumbonas, ya nadie tiene muebles palaciegos. En fin, todo el servicio de la mesa ha cambiado hacia lo desechable, las chimeneas han desaparecido para dar entrada a la calefacción central y por ende ya no hay relojes para chimeneas. Los candiles de prismas ahora son focos ahorradores incrustados en los techos. La Nostalgia de los mundo ya idos es un buen tema para la reflexión poética.
Las fotografías están editadas básicamente con el software de iPhoto y luego con Photoshop. Están concebidas para ampliarse a 110 X 110 centímetros, con la idea de vestir algunos muros de espacios elegantes principalmente de decoraciones minimalistas.
Los lugares que aparecen son básicamente El Palacio de Fontainebleau, La Casa-Museo de Nissim de Camondo en París, el Museo Carnavalet (Museo de la Ciudad) en París, La Casa de Victor Hugo en la Place des Vosgues, El Museo de Chateauroux en el Berry francés, y el Museo de Artes Decorativas de París.